
El agua de lavanda es uno de esos productos simples que hacen una gran diferencia en el hogar. Añadir agua de lavanda en el último enjuague de la ropa proporciona un delicioso aroma, además puedes usarlo también rociándolo en la ropa antes de plancharla.
Otra de sus funciones es eliminar el estrés, la ansiedad y el insomnio. Para ello, puedes rociarla levemente sobre tu ropa de cama. Otra posibilidad es tener el agua de lavanda en un rociador, de manera que lo uses como ambientador. Esto es especialmente útil antes de dormir, ya que hará que su delicada fragancia te acompañe y te ayude a relajarte y dormir bien. Esto también lo puedes hacer antes de meditar, de manera que te ayude a concentrarte.
En este artículo te enseñamos paso a paso cómo preparar agua de lavanda para que puedas disfrutarla siempre que quieras.
Ingredientes para hacer agua de lavanda
En esta ocasión te daremos tres recetas de agua de lavanda, uno de ellas usando aceite esencial de lavanda, la otra usando flores de lavanda y la tercera usando ambos elementos.
Para ambas necesitarás:- Aceite esencial de lavanda
- Flores de lavanda
- Vodka
- Agua destilada y agua normal
- Un recipiente de cristal con tapa
- Un rociador
- Colador de malla fina
- Embudo
Preparación con aceite esencial de lavanda
Esta es la receta más sencilla. En ese caso necesitarás aproximadamente: 85 ml de agua destilada, 25 ml de vodka y 10 gotas de aceite esencial de lavanda.
Pon los ingredientes en el recipiente de cristal, tápalo bien y agítalo hasta que esté todo mezclado. Si el atomizador tiene cuello estrecho, usa el embudo para ayudarte a verter el agua de lavanda en el atomizador.
Lo mejor es ir preparando pequeñas cantidades para que siempre esté fresca. Además, otra opción es ponerla en la nevera y así siempre estará en buen estado.
Preparación con flores de lavanda
El agua de lavanda hecha con las flores no tiene el mismo aroma que el que utiliza el aceite esencial, sin embargo es más ecológica porque solo usas elementos naturales. En este caso necesitarás 1 manojo de tallos de lavanda (pueden ser secos o frecos) y media taza de agua.
- Primero debes quitar las flores de lavanda del tallo. Para ello puedes apretar con los dedos índice y pulgar el tallo e ir desprendiendo las flores. Al final tendrás aproximadamente 2 cucharadas de flores de lavanda que puedes colocar en un recipiente de vidrio.
- Mientras tanto, pon a hervir el agua. Una vez que hierva, viértela sobre las flores de lavanda.
- Déjalo remojando, preferiblemente tapado con una tela, durante unas 10 horas.
- Una vez que esté fría el agua, pásala por el colador y luego trasvásalo al rociador.
Preparación con flores y aceite esencial de lavanda
- En un recipiente de cristal con tapa pon media taza de flores de lavanda, una taza de agua destilada y tres cucharadas de vodka. Agrega 10 gotas de aceite esencial de lavanda.
- Agita vigorosamente para que los ingredientes se mezclen bien.
- Deja reposar durante 24 horas. Luego cuélalo con el colador y el líquido resultante ponlo en el atomizador.
La lavanda es una hierba típica de los países del Mediterráneo, de manera que si vives en otras geografías no te será fácil encontrar las flores frescas. En las tiendas orgánicas, sin embargo, seguro que es posible encontrarla. En el mismo lugar o en una farmacia podrás encontrar el aceite esencial de lavanda. No dudes en probar alguna de estas recetas para disfrutar de todos los beneficios del agua de lavanda.