
La hidroterapia, como indica su nombre, es la terapia utilizando agua o la utilización del agua como agente terapéutico.
Para ella suelen utilizarse varios métodos: duchas, baños, vapor, piscinas, masajes bajo el agua e incluso agua bebida.
Por lo general la hidroterapia se usa como técnica de depuración o como terapia física. Un tratamiento de hidroterapia ayudará a relajar los músculos, disminuye las inflamaciones, atenúa los dolores ya sea musculares o de las articulaciones, combate el stress, ayuda a mejorar el insomnio. También puede usarse en problemas respiratorios en hidroterapia usando vapor de agua o, usando chorros de agua de diferentes fuerzas, en las cefaleas y jaquecas.
En el caso de las fajas hidroterápicas o envolturas frías, son compresas de tela que se usan para disminuir el dolor de articulaciones, dolores abdominales o menstruales, fiebre, etc.
Para hacer una faja hidroterápica solo necesitarás una tela muy limpia, preferiblemente de algodón grueso, lino o cualquier otra fibra natural. En algunos casos se indican las de lana, pero se estropean muy fácilmente y no son fáciles de limpiar, por lo tanto no es tan aconsejable.
Se recomienda tener varias de estas compresas, ya que así se pueden ir desechando y lavando cada vez que se necesiten nuevamente. Esta es otra razón para preferir fibras naturales, ya que son más fáciles de limpiar y se puede usar cloro para limpiarlas. Algunas personas recomiendan plancharlas antes de usar para suavizarlas, pero ya eso depende del gusto personal.
La tela debe tener por lo menos un metro de ancho por un metro de largo, de manera que pueda doblarse las veces que sea necesario para cubrir la superficie indicada para la hidroterapia.
Por ejemplo, si es para un dolor de cabeza, se usará la compresa más pequeña que tengas (digamos 30 centímetros de ancho por treinta de largo), y dóblala varias veces hasta que tenga unos 10 centímetros de ancho. Después se rocía generosamente con agua fría, hasta que esté bien mojada pero no empapada y se coloca sobre la frente. Cada vez que se caliente, se retuerce para quitarle agua, se alisa y se vuelve a mojar.
Si el dolor es menstrual, o en el bajo vientre, se usan las compresas más grandes (un metro por un metro), dobladas tantas veces como se necesite hasta que queden de unos 30 centímetros de ancho y 20 de largo. En este caso también se rociará hasta que quede bien mojada, pero no rezumando agua), se coloca en el vientre hasta que se caliente. En este caso se vuelve a exprimir y a mojar. Si se está usando hidroterapia de calor, se hace lo mismo hasta que se enfría, se aplica agua caliente y así se prosigue las veces que se necesite.
En el caso de que sea una faja para una extremidad o articulación, debe doblarse tantas veces como sea necesario para que tenga una tamaño adecuado para cubrir la zona a tratar.En algunos casos puede apretarse un poco, usando una de las puntas remetida en el borde para sostenerla.
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Es importante saber que antes de hacer cualquier tratamiento de hidroterapia debes consultarlo con tu médico.
Quizás necesitas calor y no frío, o viceversa. Quizás estás aplicando mal el tratamiento o estás retrasando la ingesta de medicinas necesarias para la cura.
Cualquiera que sea el problema, debes pedir ayuda profesional especializada.